El impacto en mi vida

Esta clase y el viaje me enseñó sobre el sentido verdadero de comunidad. En casa, en los mercados y en los pueblos, encontré una gente con brazos abiertos. En mi casa, vi el amor de los padres para su hija e hijo. Vi su amor en las comidas para traer a nuestras clases, en la conversación sobremesa y los cuartos muy cómodos. En cuanto llegar a casa después de las excursiones, mis papás siempre nos recibían con "¡Buenas tardes! ¿Cómo estuvo?" Cuando nos acostábamos, nuestros papás decían a nosotras, "Descansen." En el mercado y en el Zócalo, vi las madres cuidando sus hijos mientras vendiendo sus artesanías. Los vendedores podían doblar a sus amigos en las tienditas al lado para cambio en efectivo. En los pueblos, vi la colaboración de todas las personas para apoyar su comunidad. Algunas personas trabajan haciendo tortillas o comidas, mientras otras cultivan la tierra o hacen ropa. Todas tienen un parte esencial en la función de la comunidad. Todas quieren enriquecer sus comunidades, ahora y en el futuro. Antes de viajar, no he encontrado tan fuerte sentido de familia nuclear y familia comunitaria. Eso fue mi parte favorito de Oaxaca: volverme parte de su comunidad, parte de su familia.

Pensamientos antes y después de visitar

Antes de viajar a Oaxaca, aprendí mucho sobre las comidas tradicionales y las practicas católicas de Oaxaca. En clase, discutimos de las tlayudas, memelas, quesadillas, mole, tacos y tamales. En Oaxaca, he comido todas esas comidas. La clase de cocina, los restaurants y las comidas de mi mamá Oaxaqueña han sido muy fresca y deliciosa. ¡Buen provecho! Antes de viajar, leí mucho sobre las practicas católicas en Oaxaca. Es increíble ver a todas las iglesias aquí. No mi di cuenta del número de católicos y de todo el arte religioso por toda la ciudad (y en los pueblos, también). Santo Domingo y los imágenes de la Virgen de Juquila son bellísimas, y los artículos en el museo fueron antiguos e interesantes. Ahora, entiendo mejor el gran impacto de los misioneros dominicos en Oaxaca en los 1500s. No me di cuenta de la influencia tan fuerte de los misioneros. Aunque la fe católica es muy bonita aquí, es dificil imaginar la fuerza y la eliminación de las religiones indígenas.

Lo que me soprende es la bondad de la gente Oaxaqueña. Es algo que no puede entender hasta venir a acá. ¡Oaxaca es lo que imaginé, y mucho más!

Templo de Santa María en Guelacé

¡Los primeros días en Oaxaca!

¡Me encanta Oaxaca muchísimo! Cuando llegué  al aeropuerto el lunes, mis papás, Homero y Pati, me recibieron con un abrazo y una besa en el aeropuerto. Después, disfrutamos una comida de espaguetis y jugo de melon en su cocina bonita. Su casa tiene muchas flores y los cactus. Luego, después de cenar con mi clase, caminamos por los calles antiguos, mirando los paredes de amarillo,  anaranjado, rojo, y rosado.

El martes, comimos quesadillas, melon y frijoles para el desayuno. ¡Me encantan hablar y pasar un buen rato con mis papás! Disfruté conocer a los estudiantes de La Salle. Espero que ellos  puedan estudiar en Wilmington algún día pronto. Todas tienen mucho para aprender de las otras :)